Como ayer, la segunda parte del plan era ir a ver los lagos y cataratas de Atherton-Tablelands pero Vane no ha querido más campo porque está ya muy cansada y yo no he querido irme sólo y reconozco que el cansancio también me ha pesado. Nos hemos ido a la laguna a descansar el resto del último día. Después de comer me han vuelto las ganas y la determinación de aprovechar hasta el último minuto de las vacaciones y pensaba dejarla a ella en las tiendas e irme yo de excursión pero ha empezado a llover bastante fuerte y he desistido. Esas cataratas no estaban para mí. He dejado a Vane en las tiendas, sí, pero yo me he ido al hotel. Así de triste ha sido mi última tarde en Australia, sentado en la puerta de la habitación viendo llover.
Para cenar, y ya que es la última noche, no nos hemos querido quedar encerrados y nos hemos ido a un restaurante de comida australiana. No son muy abundantes, en internet sólo encontramos 4 en todo Cairns, y además son más caros que los de otro tipo, sobre todo orientales, que abundan en el país. Cada plato no baja de los 25$ y un vaso de cerveza vale mínimo 5 o 6$, aunque eso es en todos los lados donde vayas, lo que explica que no nos hayan visto mucho el pelo por estos restaurantes en estas tres semanas (para comernos un cacho de carne de vaca australiana ya teníamos las hamburguesas Angus del Hungry Jack's). De entrante pinchitos de cocodrilo y canguro
ninguna de las dos carnes vale el precio que se paga por ellas, el cocodrilo sabe a pollo y el canguro se podría parecer a la ternera, pero no tan buena.
De plato principal un cacho de verdadera ternera australiana
ésta sí que está buena, y en realidad es lo que comen los aussies. Lo otro es para los turistas como yo.De vuelta al hotel una cervecita en la terraza para apurar lo más posible y a dormir. Se acabó lo que se daba. Fantásticas vacaciones.
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