Cruzando el bosque hemos llegado al Cabo Tribulación (Cape Tribulation), único lugar del mundo donde, también según los australianos, un bosque se une se une al mar. La verdad es que el camino hasta allí es precioso, y el cabo y su larga playa aún más aunque no hayamos podido más que pasear por ella debido a los cocodrilos y las medusas.
Por la tarde hemos visitado Port Douglas, otra ciudad turística pero más enfocada a personas de alto nivel adquisitivo. La calle principal nos ha recordado a las de las ciudades de la Costa del Sol. Pero lo más importante es que... ¡por fin nos hemos bañado en una playa de esta zona! pese a existir la amenaza de los cocodrilos y las medusas, incluso de tiburones, en algunas playas se instalan unas redes que delimitan una piscina más o menos segura para el baño.
De vuelta a Cairns más lluvia tropical y otra vez cenando y planeando el día de mañana en la puerta de la habitación viendo las gotas de lluvia caer sobre la piscina. Hace un calor que no veas y los de la habitación de al lado nos han mirado con muy mala cara al ir a recogerse, ni un buenas noches nos han dado, acaban de perderse una buena cervecita australiana de balde.
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