Fran y yo hemos madrugado bastante para ir a la estación de autobuses a por billetes para Haiphong pero llegando a la puerta nos han abordado dos vietnamitas al grito de "¡Haiphong!, ¡Haiphong!" como si nos estuvieran esperando desesperados. En medio del caos de sus gritos y el desconocimiento de un idioma común no sé cómo nos hemos enterado por un lado nosotros de que ellos eran los que llevaban el bus a Haiphong y por otro lado ellos de que teníamos que pasar por el hotel para recoger a las chicas. El caso es que nos han metido a empujones en el autobús y han salido pitando hasta nuestro hotel. Menudo sainete se ha montado con el bus en mitad de la calle, los vietnamitas metiendo prisa y nosotros acarreando equipajes y corriendo mientras nos despedíamos de los recepcionistas y recuperabamos los pasaportes que habíamos dejado allí el día anterior.
Viaje larguísimo para hacer sólo algo más de 100 km como es común aquí, aún no lo entiendo, amenizado por el vietnamita que no era el chófer. Éste era una especie de revisor que se ha dedicado a cobrar billetes, subir y echar gente en marcha del bus (literal), abrir la puerta para lanzar improperios a otros conductores y escupir,.. mientras el autobús, o más propiamente dicho microbús, esquivaba el caótico tráfico y nos conducía hacia la costa.
En Haiphong hemos conseguido un taxi a buen precio (por fin tengo la sensación de haber ganado o al menos haber pagado lo que me proponía en un regateo) para ir al puerto y allí hemos lidiado con los vendedores de tickets para los barcos a la isla de Cat Ba. Esto de tener que negociarlo todo cansa. La travesía ha durado unas dos horas y media hasta Cat Ba Town, al sur de la isla, y en total 7 horas después de empezar el día por fin llegamos al destino. Pero ahí no ha acabado todo. Como no teníamos hotel Fran y yo hemos recorrido varios hasta conseguir un par de habitaciones. No está mal, 8$ la noche por pareja en primera línea de costa y habitación con vistas al mar.
Cat Ba Town es feo pero feo, con una línea de edificios altos, estrechísimos y antiguos frente al mar y sólo un par de calles más por detrás. Además es muy aburrido, pensábamos que estaría abarrotado de guiris y que habría muchas posibilidades de pasarlo bien por la noche pero los bares cierran pronto porque hay poca gente. Parece que la mayoría visita la bahía de Ha Long en excursiones desde Hanoi y no pisa Cat Ba para nada.
La bahía de Ha Long está repleta de promontorios y formaciones cársticas como las que vimos en Ninh Binh |
Llegando a Cat Ba Town. Edificios estrechísimos y muy altos, se les llama "edificios cohete" |
Mañana daremos una vuelta por la isla a ver qué nos encontramos.
La bahía de Ha Long desde nuestra habitación en Cat Ba |
Calle principal de Cat Ba |
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