Hasta hoy no tenía ganas, no había vuelto a buscar la aventura con interés, me sentía cansado, ha sido un verano largo, intenso, lleno de actividad dentro y fuera del trabajo. Estrés. Mucho. Estar además estrenando casa no anima a abandonarla por un tiempo, antes al contrario, piensas que quieres pasar en ella el invierno. Entero. Y más cuando estás esperando el sofá nuevo, ¿ahora que llega me voy a ir? ¿después de tres meses en una butaca de madera voy a renunciar a sus cojines, su firmeza, su suavidad, su comodidad? Tampoco me motiva que cada día me encuentre el mismo mensaje en la nota de tareas domésticas pendientes que siempre hay encima de la mesa: "P.D. Mira el viaje". Y hace que el viaje se convierta en una obligación y no lo miro porque las obligaciones no me gustan y busco la excusa para autoengañarme y escaquearme. Y hasta que no tengo las vacaciones encima no lo miro, más por deber que por placer. En realidad soy así para todo, procrastinador, necesito sentir la presión de un plazo que se acaba para ponerme manos a la obra. Pero ya me he puesto, y ya estoy entusiasmado y revisando los planes que ha empezado a hacer Vane y mirando vuelos y haciendo cuentas y agobiándome porque lo quiero ver todo y no hay tiempo y soy un inconformista y un fatigas para estas cosas, siento que fracaso si me dejo un camino por recorrer, una vista por disfrutar, una foto, mala porque soy un fotógrafo terrible, por hacer. Y ajusto el tiempo al límite, saldría volando nada más acabar el último día de trabajo y volvería para aterrizar en la silla delante de mi ordenador el lunes a las nueve y continuar trabajando como si nada, un correo, un servlet, una llamada, un bug, un bucle, una reunión, diez mil líneas de código más... aunque el viaje de vuelta me haya costado 40 horas de vigilia. Lo importante es alargar la aventura, estirarla a más no poder. Levantarse al alba y no parar hasta entrada la noche. El tiempo no tiene precio. El dinero viene, va, se gana, se pierde, se recibe, se da. El tiempo se va o se pierde. Siempre negativo, nunca positivo. No hay entonces tiempo que perder, ya se pierde él solito. Además espero que este viaje sea muy especial, quizás el primero en el que no vamos solos Vane y yo. Y estoy muy ilusionado. Ya no importa nada más, ni casa, ni sofá, ni comodidad, ni nada. Sólo aviones, hoteles, buses, vacunas, comidas, trenes, mochilas, mapas, fotos. Libertad. Hora de aventuras ya llegó.
martes, 14 de octubre de 2014
Her (Spike Jonze, 2013)
"- Sabes, a veces siento que ya he sentido todo lo que voy a sentir jamás. Y de aquí en adelante nunca voy a sentir algo nuevo. Solo versiones más pequeñas de lo que ya he sentido.
- Sé que eso no es verdad. Te he visto sentir. Te he visto maravillarte de las cosas. Digo, puede que no lo puedas ver en este momento. Pero es entendible. Has pasado por mucho últimamente. Perdiste una parte de ti mismo. Digo, al menos tus sentimientos son reales."
- Sé que eso no es verdad. Te he visto sentir. Te he visto maravillarte de las cosas. Digo, puede que no lo puedas ver en este momento. Pero es entendible. Has pasado por mucho últimamente. Perdiste una parte de ti mismo. Digo, al menos tus sentimientos son reales."
"- ¿Cómo compartes tú vida con alguien?
- Nosotros crecimos juntos. Solía leer todo lo que escribía en su maestría y doctorado. Ella leía cada palabra que yo había escrito. Nos influenciábamos el uno al otro.
- ¿Y en que la influenciabas a ella?
- Ella venía de un lugar donde nada era lo suficientemente bueno. Y era algo que la afectaba mucho. Pero en nuestra casa juntos, había una sensación de intentar cosas, y permitirnos fallar y emocionarnos por las cosas. Era algo liberador para ella. Era emocionante verla crecer... ambos crecimos y cambiamos juntos. Pero, esa es la parte difícil... crecer sin distanciarse. O cambiar sin asustar a la otra persona. A veces todavía tengo conversaciones con ella en mi mente. Repasando viejos argumentos o defendiéndome de algo que dijo sobre mí."
- Nosotros crecimos juntos. Solía leer todo lo que escribía en su maestría y doctorado. Ella leía cada palabra que yo había escrito. Nos influenciábamos el uno al otro.
- ¿Y en que la influenciabas a ella?
- Ella venía de un lugar donde nada era lo suficientemente bueno. Y era algo que la afectaba mucho. Pero en nuestra casa juntos, había una sensación de intentar cosas, y permitirnos fallar y emocionarnos por las cosas. Era algo liberador para ella. Era emocionante verla crecer... ambos crecimos y cambiamos juntos. Pero, esa es la parte difícil... crecer sin distanciarse. O cambiar sin asustar a la otra persona. A veces todavía tengo conversaciones con ella en mi mente. Repasando viejos argumentos o defendiéndome de algo que dijo sobre mí."
"- El pasado es solo una historia que nos contamos a nosotros."
"- Sabes que puedo sentir el miedo que cargas. Y desearía que hubiera algo que pudiera hacer para ayudarte a librarte de él, porque si pudieras, ya no te sentirías tan solo."
"Querida Catherine. He estado sentado aquí pensando en todas las cosas por las que quiero disculparme. Todo el dolor que nos causamos mutuamente. De todo por lo que te culpé. Todo lo que necesitaba que fueras o dijeras. Lamento eso. Siempre te amaré por qué crecimos juntos. Y me ayudaste a ser quien soy. Solo quería que supieras que siempre habrá una parte de ti dentro de mí. Y estoy agradecido por eso. En quien sea que te conviertas y donde sea que te encuentres en el mundo te envió mi amor. Eres mi amiga hasta el final. Con amor, Theodore. Enviar."
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