"Las palabras son así, disimulan mucho, se van juntando unas con otras, parece como si no supieran adónde quieren ir, y , de pronto, por culpa de dos o tres, o cuatro que salen de repente, simples en si mismas, un pronombre personal, un adverbio, un verbo, un adjetivo, y ya tenemos ahí la conmoción ascendiendo irresistiblemente a la superficie de la piel y de los ojos, rompiendo la compostura de los sentimientos, a veces son los nervios que no pueden aguantar más, han soportado mucho, lo soportaron todo, era como si llevasen una armadura, decimos. La mujer del médico tiene nervios de acero, y resulta que también la mujer del médico está deshecha en lágrimas por obra de un pronombre personal, de un adverbio, de un verbo, de un adjetivo, meras categorias gramaticales, meros designativos, como lo están igualmente las dos mujeres, las otras, pronombres indefinidos, también ellos llorosos, que se abrazan a la de la oración completa, tres gracias desnudas bajo la lluvia que cae..."
José Saramago, Ensayo sobre la ceguera.
jueves, 24 de julio de 2014
lunes, 21 de julio de 2014
Peugeot o Audi
El municipal se dirigió a la terraza mientras levantaba la mano a modo de saludo y preguntó:
- ¿Es vuestro un Peugeot 205 que hay aparcado...?
Antes de que terminara ya estábamos negando con la cabeza así que no acabó la pregunta, hizo una mueca con la boca y movió la mano como pidiendo disculpas por la molestia y dando las gracias a la vez y se dio la vuelta. En esto salió Rubén por la puerta del bar y nos dijo bromeando:
- A ver si se nos va a llevar el coche la grúa.
- Pues no te creas, ha preguntado por un Peugeot no se qué.
- Ah, - y ya se iba pero se le notó dudar, se paró y dijo: ¿Peugeot o Audi?
No se puede ser más tonto.
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